La entidad privada anticipa que Chile vivirá su peor crisis económica desde los ‘80. En tanto, la Ocde aseguró que por cada mes de cierre de las ciudades en el mundo se estarán recortando 2 puntos porcentuales al crecimiento global.
El coronavirus sigue su avance implacable por Occidente, con 965 fallecidos en Italia en un solo día y Estados Unidos convirtiéndose en el país con más contagiados en el mundo. La tragedia humana tiene su correlato en la debacle económico, como este viernes lo dejó claro el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Hemos declarado que el mundo está ahora en recesión y que la duración y profundidad de esta recesión dependen de dos cosas: contener el virus y tener una respuesta efectiva y coordinada a la crisis”, dijo Kristalina Georgieva, directora gerente del mencionado organismo multilateral, que actualizó formalmente sus proyecciones económicas en abril. Además, agregó que de todas formas esta recesión “será tan mala como la de 2009 o peor”.
En ese marco, la economista croata puntualizó que no se debe pensar en “pequeñas medidas”, considerando que “ahora sabemos que se trata de una crisis gigantesca”. Después de todo, a su juicio nunca antes habíamos “visto que la economía mundial se detenga. Ahora nos toca hacerlo a nosotros”.
Sin embargo, también tuvo espacio para sentirse esperanzada. “Estoy muy animada por lo que veo ahora. Veo una comprensión mucho más clara (entre los líderes mundiales) de que si no lo superamos en todas partes, no podremos salir de él”, agregó.
Siempre en la arena económica, Georgieva hace referencia al soporte prestado, primero por los bancos centrales y luego por los gobiernos, entre ellos el de Estados Unidos, donde este viernes Trump promulgó la ley que inyecta US$2 billones (millones de millones) en la economía, con ayuda tanto a empresas como hogares. Con esto, los paquetes de los países del G-20 llegan al 6% del PIB planetario, indicó la economista.
Del respaldo a la economía también ha participado el propio FMI, que puso sobre la mesa US$50.000 millones para apoyar a las naciones que requieren de recursos para enfrentar la emergencia sanitaria. Hasta ahora 85 países han solicitado esta ayuda, que no requiere de los típicos programas del FMI.
Lo anterior bajo la consideración que la ayuda que piden no obedece al resultado de alguna política económica, sino a las dificultades que enfrentan las naciones ante las restricciones que se implementan para contener el virus, las cuales llevarán a que “muchas economías caigan en recesión”, según lo consignado también desde la Ocde.
“Nuestras últimas estimaciones muestran que el cierre (de las ciudades) afectará directamente a sectores que suman hasta un tercio del PIB en las grandes economías”, dijo el secretario general de la dicha institución, Ángel Gurría, en declaraciones a los líderes del G-20.
Según preciso en la organización de la cual forma parte Chile, “por cada mes de confinamiento, habrá una pérdida de 2 puntos porcentuales en el crecimiento anual del PIB. Solo el sector turístico se enfrenta a un declive del 50% al 70% en este período en cualquier parte”.
A principios de este mes, la Ocde fue la primera institución que recortó oficialmente sus pronósticos de crecimiento, ante los daños que hasta ese momento generaba el coronavirus. En esa ocasión, anticipaba un crecimiento de 2,4% para el mundo en el año, pero hasta ese minuto la pandemia todavía no hacía su avance más agresivo en esta parte del mundo.
Así, esta es la primera recesión global desde la crisis subprime, aunque se anticipa que los efectos de la actual serán más profundos.
La semana pasada, un informe de Bank of America indicaba que “para poner eso en perspectiva, el crecimiento de la tendencia a nivel mundial es de aproximadamente el 3,5%”, por lo tanto una expansión en torno a 2%, se acerca a una “recesión global típica”, explica la entidad, agregando que superada la emergencia sanitaria el repunte sería rápido, de manera que la recesión tendría forma de “U”. Para los países, en general se habla de una recesión cuando hay dos trimestres consecutivos de caída en relación al trimestre previo desestacionalizado.
En este complejo escenario, Chile no escapa a los malos pronósticos. De acuerdo con un informe elaborado por Goldman Sachs, el PIB nacional se contraerá 3% este año, lo que de concretarse calificaría como el peor desempeño desde la crisis de la década de los 80, cuando hubo una baja en la economía del país de 11% en 1982 y 5% en 1983.
Para el banco de inversiones, la situación de toda región es particularmente compleja, proyectando una contracción anual de 3,8%, la recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial. “El entorno macroeconómico y financiero de América Latina continúa deteriorándose, y a un ritmo sin precedentes históricos”, se lee en la nota, donde la entidad consigna que la caída de Brasil será de 3,4%, la de México de 4,3% y la de Argentina de 5,4%.
La última vez que la economía nacional mostró una caída fue en2009, cuando se contrajo 1,6%, como consecuencia de la crisis financiera global.